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Propósito del año: Ahorrar

Propósito del año: Ahorrar

Entre los clásicos propósitos de año nuevo tenemos: bajar de peso, hacer deporte, dejar de fumar, encontrar pareja…pero, que levante la mano quién se ha propuesto ahorrar este año. 

Digo propuesto, no anhelo. No es lo mismo tener un objetivo y perseguirlo hasta conseguirlo, que anhelarlo y desearlo sin tomar ningún tipo de acción real.

Este matiz es importante, pues según una investigación de la Universidad de Scranton determinó que cerca del 45% de los norteamericanos realiza propósitos de año nuevo, pero sólo el 8% los logra. Sin embargo, encontraron también que las personas que manifiestan sus propósito de forma explícita tienen 10 veces más posibilidades de lograrlos que quienes no lo hacen.

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¿Porqué tantas personas fracasan en su propósito de ahorrar y cuáles son los secretos detrás de los que tienen éxito?

Según la psicóloga Lynn Bufka debemos establecer «metas pequeñas alcanzables a lo largo del año, en lugar de una meta singular y abrumadora”.

Es decir, uno de los secretos del éxito es ser constantes y realistas, en lugar de hacerlo de golpe, pues esto, no provoca cambios de hábitos.

 

Y lo que pretendemos es conseguir ahorrar de manera constante.

Pero claro, dado lo frustrante que puede resultar proponerse unas metas y luego no alcanzarlas, nos podemos cuestionar si ¿es recomendable poner el ahorro en la lista de propósitos para el año nuevo, o es mejor no ponerlo porque es perjudicial?

Los resultados fueron claros: 6 meses después de empezar, el 46% de quienes se habían puesto propósitos para el año nuevo estaban cumpliendo con sus objetivos. El otro grupo, apenas el 4% seguía adelante. Aunque se evidenció que con el paso del tiempo, los propósitos de año nuevo de ambos grupos se iban abandonando

Pues, el mismo estudio de la Universidad de Scranton comparó el éxito de dos grupos de personas: Un grupo estableció propósitos para el año nuevo y se propuso ser constantes y el otro grupo, anhelaban esos objetivos, pero no se los plantearon de esa manera.

Así que, viendo los resultados, hacer una lista de propósitos es recomendable.

Pero cuidado, establecer propósitos ambiciosos puede provocar frustación si son difíciles de lograr. Es por eso que los objetivos deben ser racionales, medibles y alcanzables. No sirve de nada decir que vas a ahorrar… debes determinar qué cantidad será, cuándo lo harás, y ha de ser aquella con la que te sientas cómodo y sea un importe alcanzable.

Recuerda que una buena planificación te ayudará a superar la cuesta de enero

 

¿Cómo conseguir tu propósito del año: ahorrar?

Si eres demasiado disperso, te costará medir tu éxito y será más fácil que te desmotives.

Si tu propósito del año es ahorrar, define y concreta bien tus objetivos.

Así que, en lugar de fijarte objetivos como:

«Quiero cancelar mis deudas y ahorrar para las vacaciones», plantéate un propósito como:

  • «Quiero liquidar el crédito q pedí de 1.000€ y además tener 2.000€ ahorrados para mi viaje a Egipto antes de que acabe 2024″.
  • O, “quiero crear un colchón de emergencia de 4 meses de gastos fijos porque pronto tendré que cambiar la nevera”
  • O “Quiero enviar mi hijo al extranjero el 2024 y necesitaré 3.000€ antes de septiembre”.

Pueden ser varios: cambiarte el coche, irte de vacaciones, tu jubilación o tus hijos. Lo importante es poner fecha a tus objetivos y los importes que vas a necesitar ahorrar cada mes.

 

Divide tu lista de propósitos financieros de año nuevo, en objetivos a corto y largo plazo.

 

Así, podrás fijarte plazos e importes realistas para a lograrlos. Fíjate en los siguientes ejemplos:

  • Si lo que quieres es ahorrar para que tus hijos vayan a estudiar al extranjero dentro de 3 años y necesitas 5.000€, pues deberías ahorrar 140€ cada mes durante ese tiempo. Piensa que ese ahorro puede crecer si lo inviertes en productos financieros adecuados y con interés compuesto. Aconsejo que hables con un Asesor Financiero para que te ayude a invertirlo.
  • Si quieres ahorrar para irte de vacaciones en agosto y necesitas 2.000€, tendrás que ahorrar 250€ cada mes, así no tendrás que pedir ningún crédito. Recomiendo hacer una transferencia automática al producto financiero que elijas y que ese dinero ya no esté en tu cuenta del día a día.

 

De todos modos, es importante ser constantes, pero no rígidos. Es decir, con los imprevistos de éstos últimos años, hemos aprendido que debemos ser realitas y flexibles para no acabar abandonando el propósito de ahorro. Si pierdes una fuente de ingresos estables, lo más práctico es posponer tus propósitos de ahorro hasta que consigas salir adelante. Esto no es un fracaso si no adaptarte a la situación. Es distinto que seguir con tus ingresos habituales y dejar el ahorro a los pocos meses con cualquier excusa.

 

Revisa tu presupuesto

Una vez que tengas los propósitos definidos, cuantificados y clasificados por corto y largo plazo, analiza todos aquellos gastos superfluos, los gastos hormiga y aquellos susceptibles de rebajar o eliminar.

Por ejemplo: los caprichos del supermercado. Puedes llevarte una lista y comprar solo lo que necesites, o paga en efectivo y lleva el dinero justo o bien compara precios y fíjate en los descuentos y rebajas.

 

Te propongo una idea: Si ya tienes analizado tu presupuesto y has detectado que los gastos variables, los gastos hormiga, las compras compulsivas, etc, suponen un 40% de tus ingresos… ¿Por qué no te marcas un objetivo o porcentaje de reducción de este tipo de gastos? ¿Por qué no te pones como propósito del año reducirlos a la mitad y ahorrar ese dinero para otro objetivo?

 

Aprende a ahorrar

Lo más importante es que estés mentalizado y con ganas de hacerlo. Si quieres alcanzar tus metas, tendrás que cambiar algunos hábitos de ahorro y de compra, asi, que, si tomas conciencia de cada gasto que haces, podrás conseguir tus objetivos.

 

«No ahorres lo que te queda después de gastar… Gasta lo que te queda después de ahorrar!« Warren Buffet

Sobre el autor
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Elisa Martínez Benito

Conferenciante, consultora financiera, formadora y tertuliana en Televisión. Ayudo a Entidades Públicas, Directivos y Personal de Empresa a aprender Finanzas utilizando gamificación con mi método FINANPOLIS.